Written & produced by Adrià Casas, Andreu Monclús, Sun Yunfan, Dave Liang
Lyrics & Vocals by Adrià Casas, Sun Yunfan
Guitars by Adrià Casas, Andreu Monclús, Dave Liang
Bass by Dave Liang
Pixel de Stael (Barcelona) y The Shanghai Restoration Project (Brooklyn) se unieron para crear juntos, aunque distanciados por miles de kilómetros, “Surf en Estado de Alarma”. Una co-creación cibernética construida intercambiando archivos a través de internet. El resultado es una hilarante y refrescante bossa nova electrónica hecha por capas, sumando voces y lenguas distintas, inspirada por el absurdo pandémico, los veranos de la mascarilla y los paisajes del distanciamiento social. Dos dúos de música electrónica que no se conocían antes de la crisis sanitaria reunidos para escurrirse con alegre ligereza sobre uno de los temas de actualidad más desagradables.
Música para resbalar sobre la gravedad del mundo, antídoto del aislamiento, porque la música no entiende de normas ni de barreras, porque es el revulsivo más poderoso. Mezcla de estilos, una herencia que se sigue repitiendo. Del viejo blues al trap, del hip-hop al boogaloo, mixtura de idiomas y de influencias. Desde sus casas, no importa dónde, Pixel de Stael y The Shanghai Restoration Project logran tocar juntos sin conocerse. Desde Barcelona o desde el sur de Francia hasta Brooklyn, Nueva York, las odiseas de unos y otros confluyen en una jam electrónica única, su proyecto común surca el espacio como esos satélites que buscan vida inteligente con discos de canciones cantadas en lenguas diferentes. En la presión del encierro, inmersos en especulaciones constantes sobre causas y efectos, Pixel de Stael y The Shanghai Restoration Project coinciden y encuentran en Internet, arma de doble filo, un lugar para el ensayo colaborativo y la experimentación. Intercambiando archivos crece su música como una tormenta de ritmos y estilos. La puerta cede de golpe para dejar pasar el aire que ventila hasta el último rincón. Como un potente antivirus contra la tristeza y la depresión. Como un fuerte soplido de aire fresco. Fuente de sentido en una realidad cada vez más confusa y extranjera. No hay barreras para el intercambio de ideas y el lenguaje musical es único para combatir la soledad y expandir mensajes. El viento fluye embravecido y propone, capa a capa, música cómo una suma de voces e historias. Y las distancias se acortan. La oscuridad de los últimos meses se desvanece con una simple melodía y despuntan paisajes que el sonido convierte en familiares. Ante los visados, los virus y demás obstáculos, francés tropicalista, mandarín africano, castellano de Brooklyn, mandinka catalán… la música como un organismo vivo, que se alimenta mezclando individualidades musicales, cada cual con su ADN y su lista de sugerencias. Metiéndose en tu oído para inspirarte. Y cuando crees que has captado el mensaje, cambia, reacciona con una floración de notas nuevas y no hay tatuaje más bello que la música expandiéndose, mutando bajo tu piel, levantándote el alma en vilo, capa a capa hasta el centro del deseo. La música es la resistencia más bella.
Pixel de Stael & The Shanghai Restoration Project.
«Surf en Estado de Alarma». (Texto de Tuli Márquez)